Las algas: ¿una solución de desarrollo?

Las algas están a la vanguardia. En los últimos años, la cobertura de algas marinas se ha disparado en todo el mundo. Por su uso en cosméticos, medicamentos, alimentos y bebidas, las algas se consideran la “última tendencia para 2020” en Europa y América del Norte.
Las algas son ricas en nutrientes esenciales y crecen rápido, por lo que son un alimento básico en muchas regiones, en especial en Asia Oriental. Sus propiedades emulsificantes, de solidificación y filtrado las hacen un aditivo versátil. Son además abundantes y, según el Departamento de Biodiversidad y Biología de la Conservación en la Universidad de El Cabo Occidental, se estima que hay nueve veces más algas que plantas terrestres.
Dado el uso moderno de las algas a nivel mundial, no es de extrañar que de nuestros 60 Laboratorios de Aceleración del PNUD que prestan servicios en 78 países, varios se han consagrado a las algas marinas (y algas y hierbas de río) como punto de reflexión y exploración.
Las algas que necesitamos
En Namibia, el equipo identificó una solución local, NamKelp, que está replanteando el uso de algas de las vastas costas del país como alimento nutritivo para las aves de corral. Al producir alimento de algas ricas en nutrientes, la empresa puede proporcionar suplementos alimenticios asequibles para los agricultores. Dado que la sequía está creando condiciones agrarias impredecibles, esta solución de bajo costo podría tener un profundo impacto sobre los medios de subsistencia en el país.
Entretanto, en Sudáfrica, los productos nacionales como Afrikelp muestran el potencial de las algas como materia prima comercial a gran escala. El Laboratorio de Aceleración de Sudáfrica comenzará por esclarecer los conocimientos indígenas sobre la utilización de las algas marinas, así como revelar los obstáculos para el uso de este valioso recurso ampliamente disponible en las comunidades costeras.
Una comprensión más profunda de la escalabilidad de las soluciones relacionadas con las algas que funcionan en Sudáfrica o Namibia puede ayudar a otros equipos presentes a lo largo de los 30.000 km de costa africana. El continente actualmente representa menos del 1% anual de la producción acuícola mundial, según la FAO.
Para 2024 se espera que la industria mundial de algas aumente a US$22 mil millones, por lo que los Laboratorios de Aceleración están bien posicionados para desempeñar un papel importante en determinar cómo se puede repartir esta riqueza.
Cuando las algas resultan una amenaza
Paradójicamente, los atributos más valorados de las algas pueden rápidamente resultar una amenaza. El exceso de un alimento sano, rico en nutrientes, implica enormes cantidades de metano, nitrógeno y fósforo liberadas en los ecosistemas, con efectos catastróficos para los arrecifes, los animales y los seres humanos.

El alga del sargazo, fotografiada aquí en la costa, está causando problemas ecológicos y de salud, además de afectar el turismo en varios países del mundo. Foto: Unsplash
Sabemos que el sargazo florece en todo el mundo a un ritmo sin precedentes, se acumula en las playas y afecta el turismo. Algunos Laboratorios de Aceleración están estudiando qué hacer con las algas problemáticas y si es posible convertirlas en un activo.
En el Caribe, el Laboratorio de Aceleración del PNUD está trabajando con el Laboratorio Oasis con miras a probar si el sargazo se podría utilizar como alternativa biodegradable al plástico de un solo uso. El denominado Laboratorio Azul busca ideas innovadoras a fin de revelar soluciones que apoyen a los pequeños Estados insulares en desarrollo para el desarrollo sostenible del sector de la economía de los océanos.
El Laboratorio de México inicialmente se centró en las cuestiones relativas al sargazo. Las algas han contribuido a una asombrosa caída del 35% del turismo en México, lo cual equivale al 8,7 % del PIB.
Los esfuerzos incluyen la promoción de soluciones locales innovadoras e iniciativas que se enfoquen en el uso del sargazo por parte de las mujeres, así como el apoyo a la Red Internacional del Sargazo y los investigadores que estudian las especies de algas invasoras a través del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Más allá del mar
Las especies invasoras también pueden perturbar los ecosistemas fluviales en países sin litoral, como la Mimosa pigra, que crea problemas en el río Kafue de Zambia. La introducción de la planta de rápido crecimiento ha degradado la calidad del agua y el entorno natural del río, afectando así la pesca y las actividades turísticas.

La planta Mimosa Pigra, una especie invasora que se encuentra en abundancia en el río Kafue de Zambia, podría ser cosechada y reutilizada por las comunidades locales como fuente de energía ecológica.
El Laboratorio de Zambia, junto con socios a nivel de los países, está estudiando formas de crear una cadena de valor de conversión de residuos en energía utilizando la infraestructura local y dirigiéndose a grupos vulnerables, en especial las mujeres y las personas con discapacidad. Los miembros de la comunidad podrían cosechar la Mimosa pigra para la venta con miras a la fabricación de briquetas de energía ecológicas.
La producción de bloques de combustible ecológicos responde a una preocupación mayor: la crisis energética del país. Zambia depende de la energía hidroeléctrica, principal fuente de energía doméstica que se ha visto afectada negativamente por el cambio en los patrones de las precipitaciones, probablemente debido al cambio climático. La demanda de soluciones de energía de bajo costo ha incurrido en un mayor uso doméstico de carbón y leña, que repercute en el agotamiento de los bosques naturales y en las funciones hidrológicas. La creación de un mercado para estos bloques de combustible sostenibles ayudaría a cubrir la demanda energética nacional, a ofrecer una alternativa a las importaciones, y a aliviar la perturbación del ecosistema del río Kafue, ofreciendo opciones de medios de subsistencia sostenibles para los zambianos.
¿Los conocimientos tradicionales al servicio del progreso?
Las algas y las plantas acuáticas son omnipresentes en la vida de las comunidades ribereñas y costeras. Sus múltiples usos han sido aprovechados por los pueblos indígenas mucho antes de que se popularizara.
Aquí es donde otro enfoque sistémico de la Red de Laboratorios está creando impacto al valorar los conocimientos locales y tradicionales, y al encontrar soluciones comunitarias que están a la vanguardia del desarrollo. O bien, dicho de otro modo, los miembros de las comunidades deben ingeniárselas para resolver sus propios problemas.

Texto de Kymberly Bays, Analista de Comunicación e Innovación del PNUD.
Fuente: medium.com

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