La COVID 19, nos ha demostrado los vulnerables que somos los seres humanos y que tan frágiles son las economías, principalmente la de los países de Latinoamérica y el Caribe.
Si antes de la pandemia la pobreza era uno de los principales nudos críticos para alcanzar un desarrollo sostenible y más inclusivo en Latinoamérica y el Caribe, donde los grupos más afectados eran las poblaciones rurales, indígenas, afrodescendientes, al igual que poblaciones urbano marginales, tal como lo informa la Comisión económica para Latino América y el Caribe – CEPAL.
Estas desigualdades, que son claras manifestaciones de la diferencia social y de los efectos de la cultura del privilegio y los abusos. Según números estudios a lo que accedió Mundo Sostenible, durante los años 2018 y 2019, la incidencia de la pobreza alcanzo tasas superiores al 40% entre los residentes de zonas rurales, los niños, niñas y adolescentes de 0 a 14 años, la población desocupada y las personas indígenas.
En cuatro de los cinco países de América Latina que disponen de información acerca de la incidencia de la pobreza según condición étnico-racial sobre la base de las encuestas de hogares, la tasa de pobreza de la población afrodescendiente era significativamente más alta que la de la población no indígena ni afrodescendiente: en el Uruguay, la primera era equivalente a 2,8 veces la segunda; en el Brasil era equivalente a 2,2 veces, y en el Perú a 2 veces. En cambio, los niveles de pobreza resultaban más bajos en la población urbana, entre las personas de mayor edad, las personas con empleo asalariado y las personas no indígenas ni afrodescendientes (véase el gráfico).
Fuente: CEPAL 2019.
Si las condiciones no eran de las mejores antes de la pandemia para la población, rural, indígena, afrodescendientes, podemos imaginar que les depara después de pandemia del COVID 19 y como la población urbana que vive en la pobreza y el limbo de la pobreza.
Las proyecciones de los especialistas son de terror, según la secretaria ejecutiva de CEPAL, señala que la pandemia del Coronavirus pone en peligro un bien público mundial esencial como lo es la salud humana, y que impactará en una economía mundial ya debilitada, afectando tanto a la oferta como a la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción o por la pérdida de ingresos y de rentabilidad debido al aumento del desempleo y a las mayores dificultades para satisfacer las obligaciones del pago de la deuda.
Alicia Bárcena, especialista del CEPAL, vía teleconferencia durante la reunión del Diálogo Interamericano sobre el Coronavirus y sus consecuencias para las economías de América Latina y el Caribe, que se celebró en Washington D.C. manifestó lo siguiente:
“El coronavirus tendrá efectos devastadores en la economía mundial, aunque seguramente serán más intensos y distintos a los que se vivieron durante la crisis financiera de los años 2008-2009, y afectará negativamente a América Latina y el Caribe a través de diversos cauces”.
Esta especialista, nos recuerda que el crecimiento regional (Latinoamérica y el Caribe) en el año 2019 fue del 0,1% y que su previsión para este año (2020) era de un modesto crecimiento del 1,3%, además explicó que en estos momentos CEPAL estima que se puede producir una contracción del Producto Interno Bruto regional (PIB) de -1,8% que podría conducir a un aumento de la tasa de desempleo de hasta un 10%. Estas cifras podrían hacer crecer el número de pobres en la región que pasaría de los 185 millones actuales a unos 220 millones, sobre un total de 620 millones de habitantes. Por su parte, el número de personas que viven en la pobreza extrema ascendería de 67,4 millones a 90 millones
Después de ver estas proyecciones queda claro que el panorama no es el mejor, pero como sociedad civil organizada podemos desarrollar plataformas que nos permita hacer incidencia política dirigida a proteger de la crisis a los grupos más vulnerables como las personas de edad avanzada, los sectores de población con bajos ingresos y los pobres, ya que hay que tener en cuenta lo manifestado por Alicia Bárcena “Mientras más desigual sea un país, los grupos más vulnerables soportarán el peso de las repercusiones económicas de la pandemia y dispondrán de menos recursos para combatirla. Se debe prestar especial atención a las mujeres por su doble función de trabajadoras y cuidadoras”.
Mundosostenible.org
Interesante informacion. Hay muchas voces indicando que vienen épocas de hambre. Pongamos atención¡
Hola Isis, gracias por visitar nuestra página web y por tu comentario, pongamos atención y seamos parte del cambio.
Atentamente, Mundosostenible.org
La desigualdad es la que prima siempre en la sociedad. Lejos de apoyarnos. Discriminamos a nuestro semejante desterramos amigo esa desigualdad hagamos frente a este covid 19
Hola José:
Tu comentario es muy importante para nosotros. Todos debemos ser parte del cambio, todos podemos poner nuestro granito de arena para proteger a la gente, a la sociedad y a nuestro amado planeta.
Atentamente,
Mundosostenible.org